domingo, 12 de abril de 2009

MIS AMIGOS LOS PERROS


He tenido muchos amigos pero como los perros ninguno
Mis dos hijos Chary y Luciniano han llenado de satisfacción al matrimonio, pero nuestro hijo nos ha dado un nieto que es nuestra locura de abuelos, pues Leonardo el chiquitín es algo muy especial y da una nueva dimensión a nuestras vidas ya en recepción
Un día de mi santo se presentaron los dos muy sonrientes con un cachorrillo de pastor alemán, y me dijeron, toma como siempre nos contaste de tus aventuras con tus perros, creemos que este te hará feliz, y sabemos como lo llamaras, “Tigre” como a los demás.
En el año 1947 mi padre funcionario del Ministerio de Agricultura se encontraba en Valladolid en comisión de servicio y fue trasladado a Carmona, toda la familia nos fuimos a su nuevo destino, mi madre me hizo recorrer todo el pueblo y quedamos sorprendido de tanta maravilla, Carmona es uno de los pueblos más hermoso de. España
Pero quiero volver a mis vivencias con los perros. Al principio como un niño recién llegado, me encontré muy solo, pues como todos los niños necesitaba relacionarme con alguna compañía de mi edad, no recuerdo como me hice de un perro de lanas, canela y blanco por lo que lo llame” Canelo “, y fué el sustituto de la relación que todo niño necesita cuando se ve solo en una ciudad nueva para él,
Este perro con el que jugaba y le enseñaba cosas, llamó la atención de otros niños vecinos y fué el motivo de que algunos se acercaran a mí y a mi perro, el primero fue Pepe Pozo Alamilla y Juan Barrera y todos jugábamos con Canelo que era inteligente y les hacia gracia que solo con los gestos me obedeciera y entendiera.
Llegó mi padre de Valladolid pero con ordenes de tener que ir a Benavente (Zamora), con la novedad de que tenia que ir con él para ayudarle en su tarea, mi problema era mi perro pues mi madre no lo quería en la casa, y tuve que dejárselo a Juan Barrera pero con la condición de ser en propiedad, consentí antes de tenerlo que abandonar y por lo menos lo dejaba amparado y cuando volviera podría al menos verlo.
Llegamos a Benavente y de nuevo la soledad del recién llegado, un amigo del trabajo, me regalo un cachorro de mixtolobo.y me contó que el padre del cachorro le salvo la vida pues este amigo cuidaba del ganado bravo que había en la finca, y un toro semental que le daba de comer en la mano un dia que este apareció cojeando inesperadamente lo ataco tirándolo al suelo y cuando lo iba a empitonar en el suelo el perro se cruzo y dándole vueltas al toro consiguió quitárselo de encima con lo que pudo escapar. Le enseñé con cariño muchas cosas y no me abandonaba para nada, mi padre para ver la reacción del perro me reñía y el perro le gruñía y tiraba del pantalón, mis amigos que eran del trabajo jugaban con él aunque algunos eran mayores y se admiraban de la fidelidad y comprensión del perro.
Lo llamé “Tigre”, cuando salía del cine mi perro estaba esperándome y me recibía dando saltos y hacía piruetas para ganarse una caricia. Fue mi mejor amigo, dormía a los pies de la cama y jamás falló al llamarme sobre las ocho de la mañana, fue uno de los periodos de mi vida más felices e inolvidables por la extraordinaria relación que tenía con Tigre.
De nuevo el destino me jugo una mala pasada, a los diez meses mi padre terminó su trabajo y teníamos que regresar a Carmona, yo quería llevarme mi perro pero mi padre no estaba en condiciones de pagar el billete del perro y tuvo que regalárselo a una fabrica en las afueras del pueblo,
Cuando llegué del trabajo silbe y no aparecía, me desespere pues me temía lo que paso, y mi hermana Pilar me lo contó. Salí corriendo para la fabrica y le silbe contestándome con sus ladridos, pude localizarlo pues lo tenían amarrado y el perro parecía que lloraba, salte una cerca de espinos sin importarme las heridas y los dos salimos corriendo de tal forma que no se como pude saltar la cerca, pero los dos llegamos a casa.
Cuando entré, mi padre nos vio a los dos y como yo lo abrazaba y el cachorro temblaba, y me dijo puedes quedártelo hasta que nos vallamos, pero el día antes de partir se lo regaló a otra persona, a la cual no pude localizar,
Cogimos el tren sin que mi congoja tuviera remedio, al arrancar el tren sentí los ladridos de mi perro, y corrí al vagón de cola y lo vi corriendo desesperado detrás del tren que acababa de arrancar ladrándome. Quise bajarme en marcha y mi padre me lo impidió, mi desesperación fue increíble al ver al animal con su carrera de cachorro, mirándome y yo sin poder hacer nada, al fin agotado se quedó tendido entre las vías, pero su mirada me seguía con un no sé qué extraño, no comprendía como lo abandonaba.
Mis lagrimas caían a raudales por mi cara y a grito vivo llamaba a mi Tigre que se perdió en la distancia tirado entre las vías esa imagen aun muchas noches las vivo como aquel mismo día, eso me marcó en mi vida como la desgracia de perder a un verdadero amigo.
Cuando me casé y tuve oportunidad me compre un cachorro igual y lo llame Tigre en recuerdo de mi amigo, también me hizo disfrutar de lo lindo con sus travesuras, aunque me dejó sin calcetines por lo menos dos veces. Pero nos juntamos con dos niños que se llevaban diez meses y medio y el perro era imposible tenerlo en el piso.
Entonces fuimos de vacaciones a Carmona y acordamos dejarlo con mis hermanas hasta que yo pudiera recogerlo, pero tardé algo y mis hermanas se lo regalaron a un amigo, que a su vez se lo regaló a la fabrica de Aulet, en la carretera del Viso del Alcor, a donde me encamine para recuperarlo cuando me enteré pero me dijeron que se había envenenado con un insecticida.
A los veinte años quise llevar a mi familia a que conocieran a mis amigos de Benavente y recordar a mi Tigre, todos ellos me reconocieron por el niño del perro y me informaron que murió atropellado por el carro del dueño, de nuevo una tragedia para mí pues sentía que les había fallado.
Pero este que mis hijos me han regalado lo cuidaré mientras viva, ya tiene siete años y le doy todo el cariño que llevo guardado para todos ellos, es generoso, educado, inteligente y precioso pues llama la atención cuando lo paseo por el pueblo.
Quiero adjuntar una tarjeta que en este ultimo año Compostelano vi en Santiago de Compostela llamada Oración del perro que la hago toda mía.


ORACIÓN DEL PERRO

Señor, gracias por el instinto de fidelidad
que Tú me has dado con el que puedo guardar
la casa, los rebaños y las cosas de mi amo.
Concédele a él este mismo sentido
Para que también sepa ser fiel a todos sus compromisos.

Dale una sonrisa fácil y espontánea
Para con todos, como fácil y espontáneo
Es el movimiento de mi cola cuando él se acerca hasta mí.

Y a propósito de esto:
Dótale.de una sensibilidad. Y acogida tan exquisita
A la hora de adivinar y celebrar tu cercanía
Como me las diste a mí para intuir y celebrar la tuya.

Haz que también esté él
Tan inclinado y pronto al agradecimiento,
Como lo estoy yo a lamer sus manos
Cada vez que me regala con alguna caricia.

Y en fin, que no gaste su vida en palabras, sino en hechos,
Así no caerá en el refrán perruno según el cual:
“ PERRO LADRADOR POCO MORDEDOR”.........Amen
.
LUCINIANO

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