lunes, 18 de mayo de 2009

EL TERRORISMO UNA PRACTICA DEL HOMBRE

EL TERRORISMO UNA PRACTICA DEL HOMBRE


Desde el 11 de Septiembre del 2001, donde el mundo se sobrecogió ante la dantesca operación terrorista en los EE.UU., no ha habido una reacción popular a nivel planetario como la habida con esta catástrofe, que hasta las naciones que su implicación en actos terroristas y que ha sido desde muchos años probado, bien con campos de entrenamientos, con financiación o directamente, en actos violentos, se han solidarizados con las victimas de las torres gemelas.

Alguien dijo “que los problemas que solo pueden solucionarse con violencias debían de ser planteados de nuevo”

Es un comentario clarividente, pero como esta de moda decir, es una idea y un razonamiento globalizado.

La violencia es contagiosa ante la apariencia de justificaciones.

¿ Cuanto terrorismo en la historia se ha llevado acabo? En nombre de Dios, y que yo sepa este prohíbe matar, en el nombre de las venganzas, en el del deber, en el del orden, la pureza de la sangre, de luchas por el poder y de la riqueza, en el de las razas las deportaciones masivas. Etc. ¿, Han sido verdaderos ríos de sangre inocentes engañados u obligados por la demagogia de los políticos y la mentira, la ambición de los hombres que han sido capaces de lanzar a unos contra otros para seguir en el poder o conquistarlo?

Todo esto esta articulado en el complejo de los impulsos humanos. Se presenta la violencia como justificación de la antiviolencia. Creo que el hombre ha malogrado su función de convivencia.




Según Niko Timberge, el hombre era un asesino desorganizado. Se refería a que el hombre carece de las barreras instintivas naturales que impiden a los animales matar a sus congéneres, pero el hombre tiene que crearlas tan solo con su razón y de disposiciones sociales.

El terrorismo que los hombres son capaces de realizar es igual como y donde se produzca, todos van contra los derechos humanos contra los inocentes y sus vidas y surge la pregunta ¿ Quien defiende a las victimas y a sus familiares?.

En su nombre no se pueden cometer los mismos actos que los terroristas porque habremos traspasado la barrera de la razón, pero tampoco debemos de dejar de luchar contra ellos e imponerles el castigo con las leyes en la mano para que desaparezcan impidiendo a todo trance que vuelvan a las andadas mas en toda su vida sin remisión de penas posibles

Y evitando que se les trate como a señores y que desde la cárcel puedan planificar con toda impunidad a sus cómplices operaciones terroristas que muchas veces las transmiten los mismos familiares.

Mientras la razón humana no sea educada en evitar situaciones injustas de poder, de explotación o social, religiosa o de cualquier otra índole es darles motivos de rebeldía.

No podemos legitimar la violencia de cualquier orden, pues es una trampa que se siente como derecho natural, deber o defensa propia u objetivos superiores.

Se estudia la historia pero nadie aprende de ella, las invasiones, los atropellos de los derechos, las eliminaciones de etnias, las venganzas, las guerras religiosas o de clases sociales habidas en el mundo de la historia, no nos han hecho reflexionar para nada y siempre lo han pagado los más inocentes y los que fueron obligados a realizar cosas que alteraban la convivencia y los derechos humanos y los culpables fueron y son terroristas que nadie pidió cuentas ni hicieron nada para impedirlo.

El mundo en todas las épocas ha sido una brutal violencia.

El mundo moderno que camina en lo económico hacia la globalización, espero lo haga también en lo político- social creando un autentico respeto por los derechos humanos.

No me sirven los grandes tribunales para juzgar a los responsables de genocidios nos sirve que se impidan.

No queremos ver mas miseria en el mundo ni más guerras fratricidas ni más Afganistán ni más torres gemelas. Basta de hacer negocio con el armamento que luego miran para otro sitio mientras con el se aterroriza a los pueblos.

Hay riquezas suficiente en el mundo para evitar todo estos crímenes. Las naciones poderosas las grandes industrias, los grandes bancos, las petroleras fabrica de armas todas aquellas naciones que se enriquecieron con las explotaciones unas veces por la fuerza y otras por la política pueden ahora globalizar las ayudas.

Las religiones también son culpables, no solo por el odio creado entre sus seguidores desde tiempos ancestrales y sus enfrentamientos sangrientos, sus intransigencias e hipocresía.

Viendo como mueren niños y ancianos por las más elementales necesidades, ellos con sus suntuosos templos sus tesoros, sus grandes recaudaciones y sus riquezas ocultas, permanecen impertérritos ante la magnitud del drama.

Todo esto es el germen del terrorismo y la obcecación clasista de algunas regiones, pueblerinas que ignoran que somos ciudadanos del mundo.

Ante todo esto corresponde a los poderes económicos, políticos, religiosos y todo el mundo del poder, sentarse y solucionar el gran reto de los derechos humanos de forma globalizada para acabar con toda clase de violencia.




Publicado en la revista Estela de Carmona año 2002